Proyecto de Rubén B
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Hartmann y Houssel

Las líneas Hartmann (así como las Curry) forman la red geomagnética del planeta. Estas líneas, de unos veinte centímetros de grosor, forman planos perpendiculares a la superficie terrestre y son fácilmente reconocibles por la variación electromagnética que hay en ellas. Nunca veremos sobre ellas una vaca o un perro echando la siesta, pero sí que nos encontraremos gatos y enjambres de abejas, sobre todo en los nodos de cruce de líneas. Es una red ortogonal, así que tendremos nodos en las esquinas de cuadrados de 2 x 2,5 m. En estos puntos es donde tradicionalmente podíamos encontrar colmenas de abejas en huecos de árboles, ya que también son los puntos por los que los rayos descargan en el terreno. Cuando coincidía un árbol en el camino de entrada, el rayo secaba instantáneamente parte del tronco y lo hacía reventar, dejando un hueco perfecto para un enjambre: elevado del suelo, aislado del exterior y en un cruce de líneas.

En nuestros colmenares hemos sacado las líneas Hartmann y buscado los puntos de corte para situar el máximo de colmenas en lugares favorables.

La posición Housel tiene que ver con la orientación de los panales. Aunque a simple vista sean iguales de un lado y del otro, esto no es así. Una celda hexagonal de un lado no entronca con la del otro, en el centro de su base convergen tres celdillas del otro lado. Mirando de una parte y de otra, al fondo de las celdas se verá, bien una Y, bien una Y invertida (llamada A para los diagramas). Pues bien, cada una lleva una orientación dentro de la colmena. Las caras con una Y al fondo miran hacia el exterior de la colmena, las otras hacia el interior, formándose una simetría respecto del panal central de la colmena.

Sabiendo esto nos dedicamos a mirar uno por uno todos los panales de las colmenas, los marcamos y colocamos en la orientación en la que deberían estar. Si estaban al revés no es cosa de las abejas, es porque los apicultores hasta hace poco no teníamos ni idea de esto y poníamos y quitábamos panales a placer y sin preocupación por orientaciones. Tenemos que añadir que a la semana se notó que el cambio fue para bien. Estaban mucho más tranquilas, o como dice Stephan Braun, con menos estrés.